¿Sabías que un simple descuido en el manejo de los datos puede llevar a tu empresa a enfrenta multas millonarias, pérdidas de clientes o daños en tu reputación? La seguridad de la información es un asunto más importante que nunca, pero a veces puede parecer complejo saber por dónde comenzar. Implementar adecuadamente tus políticas de protección de datos te permitirá prevenir incidentes, cumplir con la normativa vigente y demostrar el compromiso de tu empresa hacia la privacidad de tus grupos de interés.
Además, contratar asesoría en protección de datos puede marcar una enorme diferencia, ya que te proporciona el apoyo de alguien especializado para llevar a buen puerto tanto el diseño como la ejecución de tus medidas de seguridad.
La importancia de implementar una política de protección de datos
Cada empresa maneja una enorme cantidad de información, tanto de sus trabajadores como de sus clientes, sin dejar de lado a sus proveedores y colaboradores. La privacidad de esos datos es un derecho recogido tanto en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea como en las leyes locales de cada país (por ejemplo, la Ley General de Protección de Datos Personales en México).
Implementar una política de protección de datos significa tomar medidas para que esta información esté adecuadamente resguardada, prevenir incidentes de seguridad y dar una respuesta adecuada en el caso de que se produzcan vulneraciones. Esto proporciona una base de seguridad jurídica y fortalece la relación de confianza con tus grupos de interés.
Realiza un inventario de los datos que trabajas
El primer paso para implementar tus políticas de protección de datos es saber con exactitud qué información estás gestionando. Esto significa llevar a cabo un inventario de los tipos de datos que recopilas, el lugar en el que están, el uso que reciben y el período de conservación.
Este análisis permitirá tener una visión más clara de tus responsabilidades y de los riesgos asociados a cada conjunto de datos. A partir de ahí, podremos implementar medidas adecuadas para salvaguardar tanto a tu empresa como a las personas cuyos datos sean objeto de tratamiento.
Identifica los riesgos y desarrolla medidas de seguridad
Una evaluación de riesgos permitirá saber en qué estás más expuesto y, así, implementar medidas de seguridad proporcionales. Esto implica tener en cuenta tanto las amenazas externas, como el acceso no autorizado o los ciberataques, como las amenazas más aisladas pero frecuentes, como el descuido de un empleado, el extravío de un computadora portátil o el manejo inadecuado de copias de seguridad.
Algunos de los mecanismos que puedes implementar incluyen el cifrado de datos, el uso de contraseñas robustas, el control de accesos, el anonimato o la seudonimizacion de determinados grupos de información, así como el seguimiento constante de los registros de seguridad. La prevención es tu principal aliada frente a incidentes de seguridad.
Redacta tus políticas de protección de datos de forma clara y sencilla
Las políticas de protección de datos son el marco documental que fija tanto tus responsabilidades como las de tus trabajadores en el manejo de la información. La redacción de estos textos tiene que ser clara, simple y fácil de entender para que todos sean conscientes de sus obligaciones.
Además, el procedimiento tiene que quedar recogido por escrito, junto con el procedimiento para atender incidentes, el método de evaluación de nuevos riesgos y el mecanismo para dar seguimiento de que se están implementando las medidas adecuadas. La formación del personal es, en definitiva, una pieza indispensable para que tu política funcione en el día a día.
Implementa un procedimiento de resolución de incidentes
Aun tomando las mejores medidas de seguridad, el riesgo de que se produzcan incidentes de seguridad de los datos —la filtración de información, el acceso no autorizado o el extravío de un dispositivo— sigue existiendo.
De ahí que sea necesario implementar un procedimiento específico para dar una respuesta adecuada en el menor tiempo posible. Esto significa tener un equipo responsable de gestionar el incidente, un procedimiento de evaluación de daños, una plantilla para notificar tanto a las autoridades como a los afectados, y un plan de contención destinado a evitar que el problema escale.
Este procedimiento permitirá que tu empresa pueda demostrar que ha tomado medidas eficientes frente a un evento adverso, aumentando así la seguridad jurídica y fortaleciendo tu credibilidad frente a tus grupos de interés.
La formación del personal: el elemento más importante
Una de las principales vulnerabilidades en seguridad de la información proviene del factor humano. Por eso, formar a tus trabajadores para que sean conscientes de sus responsabilidades y de las mejores prácticas en el manejo de los datos es un paso indispensable.
Esta formación puede llevarse a cabo a partir de talleres, vídeos informativos o guías resumidas, así como a partir de pruebas o ejercicios específicos que pongan a prueba sus reacciones frente a determinados incidentes. La cultura organizativa de privacidad que así se genere permitirá que todos sean parte de la seguridad de los datos.
Conclusión
Implementar una política de protección de datos va más lejos que cumplir con una obligación legal: significa proporcionar seguridad y tranquilidad tanto a tus grupos de interés como a tu propia empresa. La privacidad de los datos se ha consolidado como un elemento indispensable para llevar a tu organización hacia el futuro de forma más sólida y respetuosa de los derechos de las personas.
Si deseas dar el paso hacia el fortalecimiento de tu seguridad, contratar asesoría en protección de datos puede ser el apoyo que necesitas para llevar a la práctica tus medidas de seguridad de forma adecuada y permanente.