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Asesoría

Reestructuración Empresarial: ¿Qué aspectos legales considerar? 

11 de marzo de 2025
Reestructuración Empresarial: Aspectos legales clave

La reestructuración empresarial es un proceso complejo que implica ajustes significativos en la estructura, el funcionamiento y la estrategia de una organización. Tanto si se trata de fusiones, adquisiciones, escisiones o cambios operativos profundos, este tipo de transformación requiere un análisis exhaustivo desde el punto de vista legal para evitar conflictos, sanciones o consecuencias no previstas. En este contexto, contar con asesoría mercantil para empresas en Madrid es primordial si queremos asegurarnos de que cada paso cumpla con la normativa vigente y proteja los intereses de la organización.

Definición y tipos de reestructuración empresarial  

La reestructuración empresarial se refiere a la serie de modificaciones estructurales o operativas que una empresa lleva a cabo para mejorar su eficiencia, adaptarse al mercado o solventar problemas económicos. Existen diversos tipos de reestructuraciones, entre las que destacan:

  • Reestructuración operativa: Cambios en procesos internos, reducción de costes o digitalización de áreas clave.
  • Reestructuración financiera: Refinanciación de deudas, cambios en el capital social o reconfiguración de inversiones.
  • Reestructuración societaria: Modificaciones en la composición de la empresa, como fusiones, escisiones o adquisiciones.

Cada una de estas modalidades implica consideraciones legales específicas, por lo que es fundamental evaluar el marco jurídico aplicable a cada caso.

Análisis previo: Auditoría legal y due diligence  

Antes de iniciar un proceso de reestructuración, es recomendable realizar una auditoría legal que permita detectar riesgos, incumplimientos o contingencias que puedan afectar la operación. Esta auditoría se complementa con un proceso de due diligence, especialmente en casos de fusiones o adquisiciones, para identificar pasivos ocultos o conflictos legales en curso.

Durante esta fase, se analizan aspectos clave como:

  • Cumplimiento normativo y regulatorio.
  • Contratos laborales, comerciales y de proveedores.
  • Situación fiscal y obligaciones tributarias.
  • Propiedad intelectual e industrial.
  • Licencias y autorizaciones administrativas.
  • Procedimientos judiciales o administrativos en curso.

Elección de la forma jurídica de la reestructuración  

El marco legal ofrece diferentes opciones para llevar a cabo una reestructuración. En función de los objetivos estratégicos y financieros de la empresa, se podrá optar por:

  • Fusión: Integración de dos o más empresas en una sola entidad.
  • Escisión: División de una empresa en varias entidades independientes.
  • Transformación: Cambio de la forma jurídica de la sociedad (por ejemplo, de Sociedad Anónima a Sociedad Limitada).
  • Cesión global de activos y pasivos: Transferencia de todo el patrimonio empresarial a un tercero.

Cada una de estas opciones tiene implicaciones legales distintas en términos de obligaciones tributarias, responsabilidad de los socios y protección de derechos de terceros. La asesoría mercantil especializada es clave para elegir la vía más adecuada.

Impacto en las relaciones laborales  

Toda reestructuración tiene un efecto directo sobre las relaciones laborales. Desde modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo hasta la posible extinción colectiva de contratos, es necesario aplicar el marco legal vigente en materia laboral, incluyendo el Estatuto de los Trabajadores y la normativa de convenios colectivos.

Aspectos a considerar:

  • Comunicación previa a representantes legales de los trabajadores.
  • Proceso de negociación colectiva en casos de despidos colectivos.
  • Respeto al derecho de información y consulta de la plantilla.
  • Conservación de derechos laborales adquiridos en caso de sucesión empresarial.

El incumplimiento de estas obligaciones puede derivar en impugnaciones judiciales, indemnizaciones adicionales o incluso la nulidad de medidas adoptadas.

Consideraciones fiscales y tributarias  

La reestructuración también afecta la fiscalidad de la empresa, lo que obliga a evaluar el impacto tributario de cada acción. En España, las operaciones de reestructuración suelen acogerse al régimen fiscal especial de fusiones y escisiones previsto en la Ley del Impuesto sobre Sociedades. Este régimen permite neutralizar ciertos efectos fiscales (como la tributación por plusvalías) si se cumplen determinados requisitos.

Entre los puntos clave a revisar se encuentran:

  • Tratamiento de las bases imponibles negativas pendientes de aplicar.
  • Fiscalidad de la transmisión de activos y pasivos.
  • Tributación de los socios y administradores.
  • Cumplimiento de obligaciones informativas ante la Agencia Tributaria.

Una planificación fiscal adecuada puede optimizar los costes y evitar conflictos tributarios futuros.

Protección de acreedores y contratos vigentes  

Toda reestructuración debe respetar los derechos de los acreedores de la empresa. La normativa mercantil exige en muchos casos comunicar y, en su caso, solicitar la conformidad de acreedores antes de ejecutar ciertas operaciones, como fusiones o escisiones. Además, es fundamental revisar cláusulas de cambio de control o resolución anticipada que puedan existir en los contratos con clientes, proveedores o entidades financieras.

Aspectos legales clave:

  • Procedimientos de notificación y registro mercantil.
  • Revisión y renegociación de contratos clave.
  • Garantías adicionales para proteger la viabilidad de la operación.
  • Mecanismos para evitar la calificación de operaciones como fraude de acreedores.

Cumplimiento de la normativa de competencia  

En operaciones de cierta magnitud, como fusiones o adquisiciones entre grandes empresas, es obligatorio solicitar autorización previa a las autoridades de competencia. En España, este control lo realiza la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que analiza si la operación genera riesgos de concentración o prácticas restrictivas de la competencia.

Una incorrecta notificación o la omisión de este trámite puede acarrear sanciones económicas y la anulación de la operación.

Propiedad intelectual e industrial  

Si la empresa reestructurada gestiona activos intangibles, como marcas, patentes o derechos de autor, es imprescindible revisar el impacto legal sobre estos bienes. Las transmisiones de propiedad intelectual deben inscribirse adecuadamente y respetar contratos de licencias o cesiones existentes.

Consideraciones clave:

  • Actualización de registros ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).
  • Cumplimiento de contratos de licencia vigentes.
  • Protección de secretos empresariales.
  • Defensa de derechos ante posibles infracciones de terceros.

El papel de la asesoría mercantil especializada  

Dada la complejidad legal de las reestructuraciones, es recomendable contar con asesoría mercantil que guíe a la organización en cada fase del proceso. Un equipo especializado no solo garantiza el cumplimiento de la normativa aplicable, sino que también optimiza los tiempos, reduce riesgos y facilita la toma de decisiones estratégicas.

Las funciones de esta asesoría incluyen:

  • Análisis jurídico previo y auditoría legal.
  • Diseño de la estrategia legal y fiscal más adecuada.
  • Elaboración de documentación legal y mercantil.
  • Representación ante organismos públicos y privados.
  • Gestión de comunicaciones con empleados, acreedores y socios.

Conclusión  

La reestructuración empresarial es una herramienta clave para asegurar la viabilidad y el crecimiento de las organizaciones en un entorno competitivo. Sin embargo, su éxito depende en gran medida de un correcto enfoque legal que minimice riesgos y asegure el cumplimiento normativo. Contar con una asesoría mercantil para empresas no es solo una medida de protección legal, sino una inversión estratégica para garantizar que cada cambio se realice de forma segura y eficiente.

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